En el mundo de la dermocosmética, las palabras "retinol" y "retinal" se escuchan con frecuencia, y aunque sus nombres suenen casi idénticos, estos compuestos tienen diferencias importantes que los hacen únicos en cuanto a su uso y efectividad. Para aclarar estas dudas, en Madrid mejora tu vida conversamos con Esmeralda Díaz, quien nos explica en detalle cómo funcionan y en qué se distinguen estos dos aliados contra el envejecimiento.
¿Qué son los retinoides?
Antes de profundizar en las diferencias entre el retinol y el retinal, es esencial comprender qué son los retinoides. Son moléculas derivadas de la vitamina A, y pueden presentarse de manera natural o ser sintetizados en laboratorio. Estas sustancias son apreciadas por sus propiedades antioxidantes, regeneradoras y despigmentantes.
Los retinoides cumplen funciones biológicas esenciales, como:
- Estimular el crecimiento general del organismo.
- Regular la diferenciación de los tejidos.
- Mantener la visión.
- Asegurar la función reproductora.
Retinol y Retinal: ¿cómo actúan en nuestra piel?
Ambos compuestos deben convertirse en ácido retinoico, la forma que la piel puede asimilar y aprovechar. Aquí radica una de las principales diferencias: el retinol necesita pasar por dos procesos de transformación —primero en retinal y luego en ácido retinoico—, mientras que el retinal solo requiere un paso para convertirse en ácido retinoico. Este detalle hace que el retinal actúe más rápido, pero hay más diferencias a tener en cuenta.
3 diferencias clave entre retinol y retinal
1. Tolerancia
El ofrece una mejor tolerancia en comparación con otros retinoides, lo que lo hace más adecuado para una variedad de tipos de piel. Sin embargo, tanto el retinol como el retinal pueden causar irritación, descamación o enrojecimiento, por lo que es crucial someter la piel a un proceso de adaptación conocido como retinización, es decir, un periodo durante el cual la piel se acostumbra gradualmente al principio activo.
2. Absorción
El retinal se absorbe más rápidamente que el retinol, ya que, como mencionamos anteriormente, solo necesita un paso para transformarse en ácido retinoico.
3. Síntesis
¿Por qué, entonces, el uso del retinol está más extendido que el del retinal? La respuesta está en la dificultad de síntesis. El retinal es más complicado y costoso de producir, lo que hace que los productos que lo contienen sean más caros y, en general, se encuentren en menor concentración en el mercado.
Usos y recomendaciones
A pesar de sus múltiples beneficios, el retinol y el retinal no son aptos para todos. El retinal, gracias a su mejor tolerancia, es recomendable incluso para pieles sensibles o aquellas con rosácea. Sin embargo, ambos compuestos deben usarse con precaución.
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Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia: no se recomienda el uso de retinoides.
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Progresividad: es fundamental comenzar con aplicaciones graduales, aumentando la frecuencia con el tiempo para minimizar las reacciones adversas.
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Protección solar: mientras uses retinol o retinal, es imprescindible aplicar protector solar, ya que la piel se vuelve más vulnerable a los daños solares.