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El Bar Alonso: historia, cañas perfectas y callos de tradición en Chamartín
- Abrió en 1957 y José Manuel pasó de aprendiz a dueño

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En Chamartín, el Bar Alonso se ha convertido en un referente local gracias a la dedicación y esfuerzo de su propietario, José Manuel. Desde hace 42 años, este apasionado hostelero llega puntualmente cada mañana para abrir las puertas de su negocio, un legado que asumió tras la jubilación de sus fundadores.
A sus 59 años, José Manuel ha dedicado prácticamente toda su vida a este bar, que se ha convertido en una extensión de sí mismo. "Entré con 17 años y he vivido aquí toda mi infancia, juventud y adolescencia. Yo era el niño que metía los platos", recuerda con nostalgia.
La historia del Bar Alonso no se construyó de la noche a la mañana; fue el resultado de un arduo trabajo y una constante búsqueda de calidad. "A mí me dejaba mi jefe crear lo que fuese: tú crea, lo que funcione lo utilizamos", explica José Manuel sobre su aprendizaje en el negocio. Esta libertad creativa le permitió dar forma a la esencia del bar que hoy conocemos.

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Cuando uno menciona el Bar Alonso, inmediatamente se le viene a la mente la mejor caña y unos callos excepcionales. "Lleva mucho tiempo hacer esto porque tiene que ir muy despacito", explica José Manuel sobre su famosa receta.
Cada día prepara diez kilos de callos para satisfacer la demanda de sus clientes habituales, quienes no solo vienen por la buena comida, sino también por el cariño y dedicación que él pone en cada plato. "A veces me preguntan cómo hago los callos y les digo: con mucho cariño", sonríe.
El bar ha mantenido su encanto de antaño con azulejos andaluces y una colección de jarras traídas por los propios clientes. Sin embargo, José Manuel ya ha tenido que pedirles que no traigan más debido a la falta de espacio. Este ambiente familiar es parte del atractivo del lugar.

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La fama del Bar Alonso también radica en su caña bien tirada, un arte que José Manuel cuida con esmero. "La caña no es un vaso de cerveza; es el arte de servirla", afirma con orgullo.
José Manuel entiende que el éxito del bar no solo depende de él, sino también del disfrute compartido entre los clientes: "La fama de tapear se la crea el propio cliente. Tú en lo que contribuyes es a que disfruten de ese tapeo".
Además, otra característica distintiva del Bar Alonso es su compromiso con mantener precios accesibles, haciendo honor a su tradición como auténtica taberna. Con 42 años al frente, José Manuel continúa escribiendo una historia llena de pasión por la hostelería y dedicación a sus vecinos.