La lluvia trunca las procesiones de Viernes Santo en Madrid y Alcalá de Henares
- Una fuerte tormenta ha condicionado las salidas de los pasos
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Foto: REDACCIÓN
Este Viernes Santo, la esperanza de miles de fieles por disfrutar de las tradicionales procesiones en Madrid y Alcalá de Henares se ha visto empañada por la inclemencia del tiempo.
Las salidas procesionales del Cristo de los Alabarderos, la Virgen de los Siete Dolores, el Divino Cautivo, el Santo Entierro y Jesús de Medinaceli en la capital, así como la Soledad Coronada en Alcalá, estaban previstas para esta tarde, pero el mal tiempo ha complicado significativamente las celebraciones.
A las siete de la tarde, Nuestro Padre Jesús El Divino Cautivo inició su recorrido desde la Catedral de la Almudena. A pesar de que en ese momento el cielo se mantenía despejado, solo 20 minutos después, la lluvia comenzó a caer con fuerza, obligándoles a tomar la difícil decisión de regresar al templo.
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Simultáneamente, la Virgen de los Siete Dolores también salió puntualmente a las siete desde la Parroquia de Santa Cruz. Sin embargo, lo que prometía ser una emotiva procesión se convirtió rápidamente en una carrera contra el tiempo.
Con el paso acelerado y bajo la amenaza del agua, lograron refugiarse en el Convento de las Carboneras a las siete y media. La imagen histórica y solemne que portaban quedó empapada, y aunque inicialmente se pensó en pasar la noche allí, finalmente se decidió regresar a su templo.
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En Alcalá de Henares, la situación no ha sido diferente. La Soledad Coronada salió con el mismo espíritu devoto, pero con un ojo siempre atento al cielo. Alrededor de las ocho, cuando las primeras gotas se transformaron en un fuerte aguacero, tuvieron que dar marcha atrás. A diferencia de sus homónimas en Madrid, este paso sí contaba con un plástico protector para resguardarse de las inclemencias del tiempo.
El Viernes Santo ha resultado ser un día complicado tanto los eventos religiosos previstos como por los desafíos que la meteorología ha presentado a todos los participantes y asistentes. A pesar del desánimo causado por la lluvia, la fe y devoción han continuado siendo protagonistas en esta jornada tan significativa para muchos.
