Lejos quedaron aquellas mantas gruesas de lana que se encontraban en todas las camas de los pueblos de España para combatir el frío y que con el tiempo se fueron sustituyendo por los nuevos materiales, pero una nueva moda ha recuperado esa tendencia y ahora se fabrican especialmente con peso extra porque, según afirman algunos expertos, ayudan a conciliar el sueño.
Estas ‘mantas pesadas’ rellenas de microesferas de vidrio están recomendadas para reducir el estrés, la ansiedad o el insomnio ya que, gracias a ese suplemento de peso, nos crea una mayor sensación de protección, lo que hace que nos relajemos.
Pero, ¿realmente funciona?
“Hay dos estudios serios que avalan su recomendación por favorecer la estimulación del sistema nervioso parasimpático y este sistema favorece la producción de hormonas que nos ayudan a relajarnos”, nos ha contado Rybel Mix, miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la SES (Sociedad Española del Sueño).