Realojos, derribos y falta de electricidad siguen siendo los problemas que denuncian los vecinos de los sectores 2 al 5 de la Cañada Real. La mayoría se niega a abandonar sus casas. Muchas fueron levantadas por sus abuelos. Quieren que las administraciones doten al barrio de los servicios básicos como ocurre con el resto.
Ocho años después de la firma del pacto regional por la Cañada Real los vecinos aseguran que hay algo en lo que la mayoría coincide: "No queremos ser realojados", defiende Vanesa Valenzuela, Presidenta de la Asociación de Vecinos Sector 2 y 3 Cañada Real.
Pesan sus raíces en estos 14 kilómetros, ya que son décadas de vida en común. "Esto es como un pueblo y estamos muy unidos", asegura Vanesa.
La luz, o más bien, la falta de ella sigue siendo su principal problema. Además, seguirán peleando por su cédula de habitabilidad, para ser madrileños de pleno derecho.