Las campanas de la Catedral de la Almudena rinden homenaje a las víctimas del 11-M
- Otras iglesias de toda la Comunidad de Madrid se han sumado a esta iniciativa
Este martes, en conmemoración del aniversario de los trágicos atentados del 11 de marzo de 2004, las campanas de las iglesias de Madrid, incluida la emblemática Catedral de la Almudena, han sonado con solemnidad de 9.00 a 9.05 horas.
Este gesto simbólico ha buscado recordar y honrar a las víctimas y los familiares de uno de los episodios más oscuros en la historia reciente de España.
"Estamos programando el toque de las campanas de hoy, que es un día especial. Hay que ponerlo a mano, ya que normalmente está programado. Hay que poner la frecuencia, la secuencia, que sería hoy la número cinco y le damos al okey para que toque. Van a estar sonando cinco minutos", nos explicaba Miguel, responsable del toque de las campanas.
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Este meticuloso trabajo ha asegurado que el sonido reverberante de las campanas haya resonado en cada rincón, recordando la importancia del día. La Catedral de la Almudena, inaugurada en 1993, presenta un diseño moderno que contrasta con las tradiciones más antiguas.
"No hay una persona tirando de la cuerda, eso ya ha pasado. Aquí ya está todo automatizado", nos contaba Cristina. Este avance tecnológico ha permitido que el homenaje se realice con precisión y puntualidad.
Las campanas marianas, ubicadas en la torre oeste que da al Campo del Moro, son una parte integral de esta ceremonia. Cada campana representa a una virgen venerada en Madrid: la Virgen de Atocha, la Paloma, la Almudena y la Flor de Lis.
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En esta ocasión especial, ha sonado la campana dedicada a la Virgen de la Almudena con un toque de difunto, evocando un profundo respeto por aquellos que perdieron la vida en los atentados.
Un acto recordatorio del dolor sufrido hace años, pero también una reafirmación del compromiso de Madrid y sus ciudadanos con la paz y la memoria colectiva. Las campanas no solo marcan el tiempo; hoy son un eco del recuerdo y una llamada a la reflexión.
