El último acto de homenaje a las víctimas del 11-M en la capital este martes ha tenido lugar al atardecer en la estación de El Pozo, lugar donde se produjo una de las explosiones hace 21 años y donde hoy han tomado protagonismo grupos de niños y un representante de los taxistas.
Varios coros de voces blancas han interpretado temas como 'No dudaría' de Antonio Flores y 'Jueves', la canción que el grupo La Oreja de Van Gogh compuso expresamente en memoria de las víctimas de los atentados.
Más allá de la música, uno de ellos ha leído un poema en el que recordaba aquel 11 de marzo de 2004. "Por más que el dolor aceche, nuestra respuesta será verdad justicia y memoria", ha recitado.
A la concentración se han sumado personalidades políticas como el secretario general del PSOE-M, Óscar López, y las portavoces municipales de Más Madrid y PSOE, Rita Maestre y Reyes Maroto.
UNA DEFENSA DE LOS TAXIS QUE AYUDARON A LAS VÍCTIMAS
Por su parte, el vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi, Jesús Fernández, ha tomado la palabra para defender la labor de su colectivo en la respuesta inmediata a los atentados del 11 de marzo de 2004.
"El taxi es un elemento cotidiano en Madrid, todos conocemos a un vecino, a un familiar, a un amigo que es taxista", ha señalado. Fernández ha explicado que aquel día muchos taxistas alertaron a los servicios de emergencia y ayudaron a trasladar a los heridos.
En su intervención, ha destacado la importancia de los servicios públicos y ha pedido que las administraciones los cuiden y refuercen.
"Hay que trabajar en ellos, hay que mantenerlos", ha subrayado, asegurando que el compromiso del taxi con la sociedad madrileña seguirá no porque sean "mejores ni peores que nadie", sino porque son "vecinos, padres, hijos y compañeros".
Veintiún años después de los atentados del 11M en Madrid, la mayor masacre terrorista en Europa, las asociaciones de víctimas han recordado en este martes lluvioso a los 193 asesinados.
Aunque con diferentes reivindicaciones, los dos actos principales han estado marcados por críticas a la merma de ayudas, al olvido e, incluso, a la humillación por haber permitido que un yihadista hablara en el Congreso.