Desde primera hora de la mañana, la Policía Municipal ha blindado todos los accesos a una urbanización de la calle de El Yesero en Villa de Vallecas, donde se han llevado a cabo desahucios de okupas.
La situación ha generado un ambiente de tensión y confrontación en la zona, con vecinos preocupados por la impunidad con la que han operado las mafias de okupación. Uno de los okupas, que se identifica como inquilino, sostenía que su situación es legítima. "Son inquilinos, no son okupas", afirma.
Sin embargo, el relato de los vecinos revela una historia más compleja. "Aquí llega un señor con un cerrajero intentando entrar en una casa que no es suya y llevarse un Porsche que está aparcado en una plaza de garaje", nos contaba Mari Ángeles, residente del lugar, el pasado mes de mayo. Este tipo de situaciones han llevado a los vecinos a llamar repetidamente a la Policía.
La investigación sobre estos casos ha revelado prácticas fraudulentas por parte de algunos okupas y sus cómplices. "Ella me dice que dio en un inicio 4.000 euros y ahora no paga alquiler", nos contaba un familiar de una okupa. Esta situación ha alimentado la frustración entre los vecinos, quienes temen por la seguridad y estabilidad de su comunidad.
Hoy marca el tercer lanzamiento previsto en la finca, con siete desahucios programados y tres restantes. Una vecina comenta sobre uno de los casos más conflictivos: "Nos queda uno de los peores, pero Sareb nos dijo que a este le iban a reubicar en otro lugar".
En el interior de la finca, un fuerte dispositivo policial se había preparado para garantizar el orden durante los desalojos. Mientras tanto, frente al portal, varias personas se han concentrado para defender a los okupas.
Una joven, que intentaba acceder a buscar a su hijo, fue impedida por las autoridades. Una vecina comenta al respecto: "Ella ha venido esta mañana y se ha metido en el piso de unos okupas con el niño, pero no vive aquí. Siguen utilizando a los niños y les da igual todo. Lo único que quieren es quedarse en las viviendas que no les corresponden".
A medida que avanzaba el día, las autoridades continuaban desalojando las viviendas okupadas, entre ellas la del cabecilla conocido por alquilar las casas ilegalmente. La situación sigue siendo tensa y los vecinos esperan una solución definitiva que ponga fin a este conflicto prolongado en su comunidad.