Jesús y Pedro, 30 años cuidando del reloj de la Puerta del Sol: "Nos lo conocemos de memoria"

El icónico reloj de la Puerta del Sol, uno de los más famosos del mundo y encargado de marcar las campanadas de Fin de Año, será desmontado a partir del próximo 5 de marzo para someterse a una revisión integral, la primera en más de 30 años. Este proceso, que llevará a cabo la relojería Losada, mantendrá el reloj detenido durante aproximadamente dos semanas, aunque el trabajo completo podría extenderse hasta un mes. Así lo han explicado Jesús López y Pedro Ortiz, los relojeros responsables de su mantenimiento, en Buenos Días Madrid.

"Primero vamos a desmontar la sonería de las horas enteras. Lo vamos a desmontar, los engranajes, piñones, ejes y demás, y lo vamos a trasladar a la relojería. Cuando esté esto restaurado, lo llevamos, lo montamos, nos traemos otra fase, que es la otra sonería que tiene, la de las cuartos de hora", detallan los relojeros.

En total el proceso está diseñado para que el reloj esté parado "unos 10 días, aproximadamente nada más" en cada fase. En la etapa final, "las agujas las dejaremos a las 12", comenta el experto.

Esta obra maestra de la relojería del siglo XIX, compuesta por unas 7.000 piezas, no requiere una restauración profunda, ya que "está en muy buenas condiciones", gracias al mantenimiento realizado por la Comunidad de Madrid durante las últimas tres décadas. "La restauración importante se hizo hace 30 años (...). Ahora lo que hay que hacer es una labor de limpieza, renovación de aceites y demás", aseguran.

A pesar de la complejidad, Jesús y Pedro no necesitan planos: "Te puedes imaginar que al cabo de 30 años nos conocemos al reloj de memoria. No nos va a hacer falta dibujar nada. Es de la familia".

Este par de relojeros mira al futuro del reloj de la Puerta del Sol con nostalgia, tras más de 30 años cuidándolo: "El problema, yo estoy hablando por mí, lo voy a tener el día que no esté. Y lo tenga que ver en la televisión, no sé si lo voy a aceptar o no, lo voy a tragar".