El Gobierno pretende legislar para poner coto a los vídeos generados por Inteligencia Artificial y difundidos en redes sociales. Incluso con penas de cárcel.
El vídeo más polémico, lo recordarán, fue realizado por el PP, llamado la Isla de las Corrupciones. Le siguió otro calentando las manifestaciones feministas del 8M. Pero las redes están llenas: Hemos visto a Sánchez y a sus ministros emulando a Gladiator, o a los principales líderes políticos nacionales en un western; incluso, a adversarios políticos abrazarse por Navidad.
Pues bien, según consta en el borrador del Anteproyecto de una nueva ley orgánica, se puede penar con hasta 2 años de cárcel a todo aquel, partidos políticos o particulares, que produzcan y difundan videos como estos sin permiso de quienes aparecen representados en situaciones consideradas vejatorias.
Algo que para los expertos ya está regulado, y sería difícil de aplicar. La jurisprudencia además confirma que los personajes públicos tienen obligación de soportar esta intervención crítica de la sociedad.