Tras sus dos primeros nacimientos, el biológico y el de su salto a la fama con la primera edición de 'Operación Triunfo', David Bustamante publica un nuevo disco, 'Inédito', del que habla como un tercer resurgimiento. "He hecho el proyecto de mi vida", asegura.
Llega cinco años después de su último álbum con temas nuevos, un tiempo en el que celebró sus dos décadas de carrera en la música, además de embarcarse en el musical 'Ghost' como protagonista y en varias aventuras televisivas, la última de las cuales, la undécima edición de 'Tu cara me suena', lo convirtió en su campeón.
"A mí no me quema la televisión, yo nací en un programa de televisión, así empezó mi carrera musical y es una cosa que me divierte", asegura, tras reconocer que del programa de imitaciones de Atresmedia salió "muy crecido" para afrontar otros proyectos al comprobar que "la gente sigue ahí".
Ese empoderamiento ha resultado especialmente oportuno ante un álbum, el número once de su discografía, en el que por primera vez él ha sido el autor de todas las canciones, la mayor parte de ellas en solitario.
"Del silencio y una hoja en blanco, el crear todas estas historias es lo más mágico y lo más creativo y bonito que me ha pasado en mi carrera", celebra el cántabro "muy ilusionado" después de comentar que le encanta ponerse a prueba.
"Un momento personal dulce"
Con un marcado viraje al pop, en el que se detecta la influencia de amigos y compañeros como Pablo López, Antonio Orozco o Conchita, así como Manolo García y el pop mexicano de Luis Miguel, se asiste así a una versión "inédita" hasta en la manera de cantar.
"Siempre he sido un cantante muy temperamental, pero como las canciones han salido así, me han obligado a sacar una parte de mí que no exponía tanto, con más aire, más lloros y más intimidad", cuenta Bustamante (San Vicente de la Barquera, Cantabria, 1982).
En un álbum tan personal, habla de un hombre que "se va conociendo con los años, que se va queriendo y perdonando sus errores", y también del "momento dulce y muy tranquilo" que vive en lo sentimental junto a su actual pareja, la bailarina rusa Yana Oliva, a la que conoció en 'Bailando con las estrellas'.
"Lo merece y lo merecerá. Es mi compañía de vida, una persona súper especial y no he conocido fuego ni calidez en el hogar más grande que con ella", afirma sobre la inspiración de 'La siberiana', que habla precisamente de cómo se enamoró de ella desde el momento en el que la vio caminar y bailar hace ya 7 años.
También hay desamor y desengaño en un álbum en el que no faltan las baladas, especialmente 'La calma', que vaticina que se convertirá en una de sus grandes canciones y que aborda ese punto en el que una ruptura deja de doler, o 'Gracias', en la que con una energía muy pop dice adiós a las personas tóxicas que le hicieron daño en el pasado.
"Es una canción para ver si aprendo a distinguirlas antes, porque para mí sería un error cambiar, volverme frío y desconfiar. Dejaría de ser como soy y entonces el castigo lo recibiría yo, que soy el que hace bien las cosas. Y yo creo que que cuando tú eres ingenuo y confiado, el error no está en ti, sino en las personas que te utilizan y que se aprovechan de eso", apostilla.