El vicepresidente estadounidense, JD Vance, pidió a los países europeos que acepten "puntos de vista alternativos". Su tesis central fue que la principal amenaza para Europa no venía ni de Rusia ni de China sino del interior mismo del continente, en donde, según él, está amenazada la libertad de opinión.
Incluso criticó que en la propia Conferencia de Seguridad de Múnich, sus organizadores hayan "prohibido participar a legisladores que representa a partidos populistas de izquierda y derecha".
"Cuando líderes políticos representan a grupos electorales importantes, es nuestra responsabilidad dialogar con ellos. Para nosotros, al otro lado del Atlántico, nos parece que hay viejos intereses protegidos que se esconden tras palabras de la era soviética como desinformación y a los que simplemente no les gusta la idea de que alguien pueda expresar un punto de vista alternativo o que vote diferente; o todavía peor, que pueda ganar una elecciones", aseguró Vance.
"Si corren ustedes por miedo a sus propios votantes, no hay nada que Estados Unidos pueda hacer por ustedes y tampoco habrá nada que puedan hacer por el pueblo estadounidense que nos eligió a mí y al presidente Trump".
"Necesitan mandatos democráticos (...) y creo que hay mucho de valor que se puede conseguir con mandatos que se derivan de ser más accesibles a las voces de sus ciudadanos", aleccionó Vance.
Así, criticó la anulación de las elecciones presidenciales en Rumanía tras el triunfo del ultraderechista Calin Georgescu por una presunta injerencia rusa y el hecho de que los diputados de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y de la populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) no hubieran sido invitados a esta Conferencia de Seguridad.
El vicepresidente afeó a la audiencia de Múnich que falte a los ideales democráticos al restringir contenido que se ha etiquetado como "desinformación" en redes sociales o por silenciar puntos de vista conservadores o cristianos.
Vance también recordó que los votantes cada vez votan más por "líderes políticos que prometen poner fin a la inmigración fuera de control" y que él está de acuerdo con esas preocupaciones, que calificó de legítimas.
El vicepresidente dio este discurso en defensa de valores y movimientos políticos europeos conservadores ante una audiencia que esperaba que delineara las prioridades de la Administración Trump sobre la OTAN o sobre las negociaciones con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania.
Durante el discurso de Vance hubo en el auditorio algunos aplausos aislados y un ambiente de tensión.