En la Sierra Norte la tarde y la noche de ayer fueron muy complicadas, ya lo vimos en las calles de Mangirón y en Braojos, se convirtieron en auténticos ríos. Los vecinos han pasado bastante miedo, hoy están mirando al cielo preocupados y toca limpiar.
La riada entró en las viviendas más cercanas del riachuelo que atraviesa el pueblo de Manjirón y, en los garajes anexos, llegó a un metro y medio de altura.
La fuerza del agua arrastró arena, piedras y todo tipo de elementos que estaban en la calle. Se han tenido que balizar la zona para que no se cuelen los curiosos.
Los vecinos continúan muy preocupados porque en las próximas horas esperan precipitaciones, que serán muy fuertes este lunes en toda la zona norte de Madrid.