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El ejercicio, la mejor medicina para una enfermedad sin cura
- El diagnóstico se basa principalmente en el historial clínico del paciente y en una exploración física

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La fibromialgia, conocida como la enfermedad invisible, afecta a cerca del 3% de la población y se caracteriza por causar dolor generalizado en cualquier parte del cuerpo.
Sin una cura conocida ni pruebas diagnósticas concluyentes, esta patología neuroinmune y endocrina desafía tanto a pacientes como a profesionales médicos. El diagnóstico se basa principalmente en el historial clínico del paciente y en una exploración física, lo que contribuye a la sensación de incertidumbre y a menudo, de incomprensión.
En Madrid mejora tu vida hemos visitado las instalaciones de la Asociación de Pacientes de Fibromialgia (AFIBROM) y hemos conocido de primera mano los testimonios de tres mujeres que conviven con esta enfermedad. Luisa Fernández Panadero, presidenta de la asociación, nos ha recibido para explicarnos la dimensión del problema: “La fibromialgia es una enfermedad neuroinmune endocrina, por lo tanto afecta a todos los órganos del cuerpo y el dolor puede presentarse de múltiples formas. Ese es el problema, que no hay una medicación que lo combata eficazmente”.

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En ausencia de tratamientos farmacológicos efectivos, el ejercicio físico adaptado se ha convertido en un gran aliado. No solo ayuda a mitigar el dolor, sino que también fortalece la salud mental de quienes la padecen. Orfilia Pérez, instructora de yoga en la asociación, subraya la importancia del movimiento: “La inercia es no moverse porque duele, pero no moverse no mejora”. La clave está en adaptar cada ejercicio a las capacidades de cada persona, utilizando el material adecuado y prestando atención a cada gesto, por mínimo que sea. Incluso acciones simples como estirar un brazo o mantener la concentración pueden representar un desafío.