Las Bravas: un legado familiar que conquista paladares en Madrid
- Preparan cada semana entre 5.000 y 10.000 kilos de patatas
En el corazón de Madrid, en la calle de Álvarez Gato, 3, Dani y Pablo, la tercera generación de la familia Blanco, continúan el legado de su abuelo al frente de Las Bravas, un local icónico que ha popularizado las deliciosas patatas con salsa picante.
Fundado en 1933 como Vinícolas Aurora, este rincón gastronómico nació de la necesidad de ofrecer un plato accesible en tiempos de posguerra y ha evolucionado hasta convertirse en un referente culinario.
La historia de Las Bravas es una mezcla de tradición y dedicación. "Mi abuelo transformó la taberna con la idea de dar un plato sencillito que todo el mundo pudiera permitírselo", nos explican.
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La incorporación de las patatas bravas a la carta no solo fue una decisión práctica, sino también un guiño a la creatividad familiar, que encontró en su receta secreta de salsa los ingredientes clave para conquistar los corazones (y estómagos) de sus clientes.
Actualmente, el local maneja entre 5.000 y 10.000 kilos de patatas al mes, utilizando exclusivamente patata voyaguer nacional española. "Es una patata que fríe muy bien en el formato que la cortamos nosotros y estamos contentos con ella", nos aseguran Dani.
Tanto el lavado como el pelado lo hacen a máquina. Sin embargo, el corte meticuloso es a mano, tratando así cada gajo con esmero para asegurar la calidad que los clientes han llegado a esperar.
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El proceso de fritura es igualmente cuidadoso; primero se fríen suavemente para asegurar que queden bien cocidas por dentro y luego se les da ese toque crujiente por fuera que las hace irresistibles. Una vez listas, las patatas son bañadas en su famosa salsa, cuya receta sigue siendo un secreto celosamente guardado.
El éxito de Las Bravas ha atraído a auténticos adictos a sus patatas, convirtiendo el local en un punto de encuentro para los amantes de la buena comida. Entre ellos se encuentran María y Francisco, quienes acuden desde Vallecas para disfrutar del caprichito más sabroso de Madrid: Las bravas más bravas.
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Así, con el paso de los años, Las Bravas se ha convertido en un lugar donde disfrutar de unas deliciosas patatas y un viaje a través del tiempo que celebra la historia y el esfuerzo de una familia dedicada a hacer felices a sus clientes con cada bocado.
