Bodegas Figueroa, el templo bicentenario que honra la uva y el vino de Colmenar de Oreja
- El negocio fue fundado hace 212 años
Jesús Figueroa Carrero es la séptima generación de Bodegas Figueroa, un templo que honra la una y el vino de Colmenar de Oreja, una pequeña localidad al sureste de la Comunidad de Madrid, desde hace 212 años.
Fue en 1812 cuando sus antepasados fundaron la bodega en un pueblo con gran tradición vinícola. Hoy cultiva uvas en 25 hectáreas y elabora 10.000 litros de vino por temporada para, nada más y nada menos que, diez referencias.
"Hemos nacido entremedias de una cepa y una tenaja". Diariamente, Jesús acude a sus viñedos, estratégicamente ubicados, para comprobar el estado de las uvas y dar con el momento idóneo de cogerlas para posteriormente elaborar sus vinos.
Las variedades cultivadas por Bodegas Figueroa son moscatel de grano menudo, malvar, macabeo y sauvignon blanc, en lo que a variedades de vinos blancos se refiere. Y, tempranillo, merlot, syrah y cabernet sauvignon, como variedades de vinos tintos.
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En la bodega se encargan de todo el proceso completo de producción de sus vinos. Por eso, cuando las uvas son vendimiadas, se trasladan a las instalaciones para proceder a la elaboración de los mejores caldos.
Asimismo, cuentan con la maquinaria más innovadora, depósitos de acero inoxidable y las mejores barricas de roble francés y americano. Aunque no siembre se hacía el vino como ahora, sino que se elaboraba en conos dentro de cuevas, las cuales todavía conservan después de 200 años y que las han reinventado, convirtiéndolas en un restaurante.
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Por supuesto, también conservan la maquinaria de entonces que empleaban para elaborar el vino hace siglos. "Aquí estamos a doce metros de profundidad de la casa y tenemos 14 grados de temperatura constantes, en verano y en invierno".
Una notable trayectoria que ha sido recompensada a través de los premios otorgados por el concurso Viña de Madrid a los mejores vinos asociados a la Denominación de Origen de Vinos de Madrid año tras año.
