- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Whatsapp
- Compartir en Messenger
- Compartir en Messenger
El oficio de siglos en tauromaquia: el mayoral de Las Ventas que aquí reside
- Conocemos a Florencio Fernández, el responsable de los toros en Las Ventas
- Una labor que heredó de su padre y que pasará a su hijo

- Chapters
- descriptions off, selected
- subtitles settings, opens subtitles settings dialog
- subtitles off, selected
This is a modal window.
Beginning of dialog window. Escape will cancel and close the window.
End of dialog window.
This is a modal window. This modal can be closed by pressing the Escape key or activating the close button.
This is a modal window. This modal can be closed by pressing the Escape key or activating the close button.
La labor de mayoral es una de las desconocidas, pero más importantes del mundo taurino. En Las Ventas conocemos a Florencio Fernández, el mayoral de esta plaza.
Su tarea comienza desde que los toros entran a la plaza, se les realiza un reconocimiento y pasa por unas fases donde Florencio debe asegurarse de que no hay ningún accidente con los animales.

La Plaza de Toros de la Fuente del Berro sucesora de la plaza de la Puerta de Alcalá
Los chisperos es donde los toros se encuentran hasta que saltan al ruedo, desde su llegada. El mayoral les va conduciendo una tarea que luego influirá en la corrida.
¿El veedor?
Otra de sus funciones es la de veedor, elegir al toro que se va a lidiar en la plaza. Durante todo el año visita las fincas seleccionando los toros que se van a torear.

Esto hace que disponga de un sitio en la plaza para poder verlo, sin sentir la presión del público. Una tarde triste para él, es cuando se devuelve un toro.
Veinticuatro horas en La Ventas
Florencio comenzó a vivir aquí desde el 28 de febrero de 1986. Su abuelo fue conserje de este ruedo, su padre fue mayoral a quien ayudó hasta que cogió el dicho cargo y, en un futuro, su hijo seguirá la tradición familiar.

Así es la confección de toda una joya taurina: el traje de luces
Y, aunque vivir aquí sea un lugar privilegiado, una de las desventajas es que no desconecta, pero su pasión por esta profesión es mucho más grande.