Tras la muerte del papa Francisco comienza ahora un periodo que se denomina de "sede vacante", desde ese momento cesan todos los ministros del Vaticano y la Iglesia queda gobernada por el Colegio Cardenalicio y especialmente toma relevancia el papel del cardenal camarlengo, ya que él ha sido el encargado de confirmar la muerte del Papa y firmar su acta de defunción.
El irlandés Kevin Farell, es el actual carmarlengo después de que en 2019 lo nombrara el papa Francisco. Hace tan sólo un año que Francisco decidió modificar la Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guía los funerales de los papas, establecido por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (1996).
El funeral será muy sencillo
El papa Francisco quería un funeral sencillo y así lo dejó por escrito. Será algo sencillo, tal y como ha querido llevar su papado durante todos estos años. No se expondrá el cuerpo en un catafalco en la basílica de San Pedro, tal y como ha ocurrido con sus antecesores, será un ataúd abierto de madera y ha dejado escrito que quiere que sea cerrado en la víspera de la misa de difuntos.
Su deseo era descansar en la basílica de Santa María la Mayor, dónde acudió hace tan sólo unos días después de que le dieran el alta. De esta manera, sus restos no reposarán en la cripta vaticana como es tradición.
