Menores tutelados de la Comunidad de Madrid entrenan y juegan a rugby gracias a un acuerdo con la Fundación Cisneros. Para ellos, empezar en este deporte ha sido un antes y un después en sus vidas.
Son niños que vienen de situaciones a veces muy duras, pero sobre el césped las etiquetas se caen. 15 chavales han participado en esta experiencia en los últimos seis años, aprendiendo los valores del rugby y disfrutando de ser parte de un equipo.
En la Fundación Cisneros lo tienen muy claro: vienen a ganarse la camiseta, no a ser diferentes; y también saben perfectamente lo que quieren darles. "Les damos cariño, responsabilidad y no les defraudamos: nunca fallamos en ir a recogerles para entrenar", señala Alfonso Flores, vicepresidente de la Fundación Cisneros.
La Comunidad de Madrid apostó por el rugby para este programa porque es más que un deporte: es filosofía de vida. Para Silvia Valmaña, Directora General de Infancia de la Comunidad de Madrid, "No hay nadie que se quede atrás en el rugby, y es desde atrás como se avanza, todos juntos. Los amigos que se hacen en el rugby son para siempre".
El programa acaba de ser renovado. Valores, amistad y la carrera más importante: la del futuro.