En la cuenca del Guadarrama se vigilan con especial atención el Arroyo de la Arroyada, en Arroyomolinos.
La proximidad de viviendas y terrenos urbanos al cauce supone un riesgo que en ocasiones ya ha provocado derrumbes del suelo y riesgo para las propiedades.
En las últimas horas, la fuerza del agua se ha vuelto a llevar parte de los muros de los jardines traseros de las casas. Se han derrumbado construcciones, así como una escalera de acceso.
La zona ha sido acordonada para evitar el acceso al no descartarse nuevas caídas de materiales.
A pesar de haberse realizado algunos trabajos en el cauce para contener las aguas y evitar más daños, los vecinos urgen a las administraciones a que se completen los refuerzos para evitar situaciones como las vividas cada vez que llueve con cierta intensidad.