Este 8 de octubre comienza en la Comunidad de Madrid la temporada de caza con 18 especies de aves y otras 6 de mamíferos de caza mayor autorizadas.
Además se permite la caza de las consideradas especies invasoras como Cotorra argentina, Cotorra de Kramer, Ganso del Nilo, Mapache, cerdo vietnamita y sus híbridos asilvestrados, según se relaciona en la orden de la Consejería de Medio Ambiente.
La norma incluye la posibilidad, a lo largo de todo el año, de cazar previa autorización animales que puedan ocasionar daños importantes a los cultivos, el ganado, la caza, la pesca, los bosques, las especies protegidas, la seguridad aérea, instalaciones,o a la salud y seguridad de las personas.
La orden de la Consejería para esta temporada recoge que por cuestiones relacionadas con la seguridad y la mejor ordenación de la actividad cinegética, las cacerías colectivas pasan a regularse mediante solicitud, en lugar de mediante comunicación como venía haciéndose hasta ahora.
Esto permitirá, se afirma en la norma, que puedan hacerse las oportunas comprobaciones antes de emitir la correspondiente autorización.
CONTROL VETERINARIO DE LAS PIEZAS
También este martes se inicia en Madrid la campaña de control sanitario de la carne de caza, para garantizar la seguridad y evitar las enfermedades que se puedan producir por el contagio de gérmenes o parásitos.
Para el periodo 2024/25, la Dirección General de Salud Pública ha autorizado a 54 veterinarios colaboradores para la inspección sanitaria de las piezas cazadas que se destinan al autoconsumo o están dirigidas a salas de tratamiento para su comercialización.
Los profesionales sanitarios realizarán el estudio del cuerpo y de las vísceras y, en el caso de los jabalíes, el examen de triquinas para descartar la presencia de larvas de este parásito, que puede provocar triquinosis. Se trata de una enfermedad que puede cursar con un cuadro leve de síntomas y con buen pronóstico de recuperación pero que puede agravarse si la infección alcanza el cerebro, el corazón o los pulmones.
MÁS DE UN MILLÓN DE ANIMALES MUERTOS
Los colectivos ecologistas Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono, Asociación Ecologista del Jarama 'El Soto', el Grupo de Acción para el Medio Ambiente, Jarama Vivo y Liberum Natura han denunciado que este martes se levanta en la región la veda "para matar a más de un millón de animales".
Estas asociaciones señalan a la administración autonómica como responsable "de poner en riesgo la fauna silvestre madrileña para favorecer una actividad anacrónica, macabra y decadente". Las asociaciones ecologistas subrayan que durante el periodo de caza, terrenos y caminos públicos afectados por la actividad cinegética, se cierran o se convierten en lugares peligrosos para el tránsito de las personas no cazadoras. Además, desde 2023 se permite la caza en las vías pecuarias para el control de daños ocasionados por la fauna silvestre.
Sobre los abatimientos, la pasada temporada los cazadores acabaron con 1.050.348 animales, según datos proporcionados por los denunciantes. Entre las especies cinegéticas más afectadas destacan, en caza menor, el conejo (479.261 animales), la perdiz (233.282), palomas (226.194), zorzales (52.095) y, en caza mayor el jabalí (8.776), el ciervo (2.006), el gamo (1.308), el corzo (652).
A estos datos habría que sumar los abatimientos por autorizaciones especiales y de especies exóticas invasoras como cotorras, gansos del Nilo, mapaches o cerdos vietnamitas, cuyos datos no se facilitan, afirman desde estas organizaciones.
En 2018, la Comisión Europea estableció una estrategia que pedía una moratoria para salvar la tórtola. Sin embargo, Madrid y otras comunidades autónomas siguieron autorizando su caza. La Fiscalía de Medio Ambiente tuvo que llegar a remitir un oficio en el que conminaba al ejecutivo regional a paralizar su caza, explican las entidades ambientalistas.