Canencia, en la Sierra Norte de Madrid, prepara una de las procesiones más emotivas y singulares de toda la región, la Procesión del Arado.
En la noche de Viernes Santo los vecinos marcharán hacia la Iglesia de Santa María del Castillo. Aquí comienza la que se conoce también como Procesión del Silencio o del Entierro.
Los hombres portarán una cruz y las mujeres a la Virgen vestida de negro. La primera parte del recorrido en silencio es interrumpido por las voces femeninas que cantan las piezas 'El entierro' y 'Los Dolores a la Virgen'.
Al llegar al Puente las Cabras los hombres toman el relevo y entonan la Canción del Arado que relaciona cada pieza del apero con la pasión de Cristo y que finaliza al tiempo que la procesión llega a la iglesia.
No se conoce el origen de la Procesión del Arado pero algunos autores indican que tiene su origen en los siglos XVI y XVII.
En la actualidad se celebra prácticamente de la misma forma en la que se hacía antaño, en silencio, sólo roto por las voces que entonan canciones que han forman parte de la tradición oral de los habitantes de Canencia.