Antes de que la borrasca Kirk aterrizase en España, ya había dejado su huella en Portugal.
La borrasca Kirk abandona la Península dejando innumerables destrozos, inundaciones y ocho heridos. Las rachas de viento alcanzaron los 200 km/h en el norte y las precipitaciones fueron especialmente abundantes en Galicia, con Vigo como el municipio más afectado.
Este jueves la meteorología da una tregua, pero el viernes se espera que vuelva la lluvia. En estas 24 horas de calma toga hacer el recuento y la reparación de los destrozos.
Solo en Castilla y León el teléfono del 112 recibió en la jornada del miércoles más de 1.000 llamadas. El viento hizo estragos, con caídas de ramas, cables e incluso tejados.
Como consecuencia de la borrasca, miles de intervenciones y al menos 8 heridos por golpes e incidencias con los árboles.
En Galicia, a los vientos huracanados se sumaron las lluvias torrenciales. Kirk ha dejado otras 1.300 incidencias. Inundaciones y desbordamientos han hecho que la Comunidad siga con la mirada puesta en los ríos por la subida de los caudales.
La borrasca provocó también en Galicia el varamiento de una ballena de quince metros en proceso de descomposición en la playa de Pampaído, en Sanxenxo.