El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, afirmó este lunes que, cuando llegue al Gobierno “habrá una reforma fiscal a la baja”, y se mostró “radicalmente en contra” de obligar a las comunidades autónomas a reponer los impuestos de sucesiones y donaciones.
Durante su intervención en el XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que se celebra en Santander, Alberto Núñez Feijóo afirmó que su discurso quería “romper una parte del muro que compromete nuestro futuro: unas ideologías contra otras, propietarios contra inquilinos, jóvenes contra mayores, enfrentamiento entre territorios y por supuesto empresarios contra trabajadores”.
El director general ejecutivo del Instituto de la Empresa Familiar, José Luis Blanco, presentó a Feijóo y destacó que el IEF siempre ha estado abierto a las dos principales fuerzas políticas del país, “sea quien sea la que ocupe el Gobierno o la oposición”, para que estas puedan presentar sus planes e ideas y a la vez puedan escuchar de primera mano la visión de las empresas familiares.
El congreso fue inaugurado por el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, quien lanzó mensajes de mano tendida a las empresas familiares, pero no acudió un año más el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Feijóo criticó en primer lugar que, para el Gobierno, “todo sirve para hacer crecer ese muro entre ciudadanos y la polarización de la que muchos españoles, yo les aseguro que también, estamos hartos”.
Tras elogiar el papel del empresariado, el líder del PP dijo no concebir “que la política económica se reduzca a que el gobernante ordena y la empresa paga”. “Estoy absolutamente convencido en España falta muchas empresas y sobran muchos ministros”, remarcó.
PRESIÓN FISCAL
“El actual Gobierno ha subido 81 veces los impuestos y las cotizaciones sociales en 6 años. Esto no es una crítica es una crónica”, destacó el líder del PP. Feijóo aseguró que “un país no puede prosperar a base de la asfixia fiscal a sus ciudadanos, ni sobre el expolio de quien produce riqueza”.
Por ello, expresó su compromiso y el de su partido de que “cuando tengamos el encargo de los españoles de gobernar y la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados a favor, habrá una reforma fiscal a la baja como como le estamos haciendo en todas las comunidades autónomas donde estamos gobernando”.
Asimismo, subrayó, “estamos radicalmente en contra de obligar a todas las comunidades autónomas a reponer los impuestos de sucesiones y donaciones”.
EMPRESA Y PAÍS
Para el presidente del PP, “una empresa familiar es como una nación en pequeño”, y agregó que “las claves del éxito de una y de otra son comunes, también los errores o derivas que desembocan en la decadencia”.
A este respecto sostuvo que ninguna de las iniciativas empresariales de los que asistentes habría sido posible si solamente hubieran pensado en ellos, y no en los clientes. “Tampoco el éxito hubiera llegado acallando todas las críticas o gestiones desacertadas, o alentando comportamientos contrarios a la ética empresarial”, reflexionó.
De igual modo, señaló que ninguno de los presentes “endeudaría todos los días a su compañía, ni podría gestionar sin aprobar el presupuesto anual, y ninguno tendría como socio a alguien que quiere destruir la compañía”.
Tampoco, agregó, “ninguno contrataría un ejecutivo cuya única propuesta sea siempre subir los precios y repercutirlo en los clientes. Evidentemente así no se puede gobernar nada, ni siquiera una empresa, ni una familia, y en mi opinión, tampoco una nación”.