Buscaban cargadores falsos y encontraron toneladas de comida ilegal en una tienda de móviles
- Los alimentos estaban escondidos en almacenes secretos
Sorprendente hallazgo en Usera. La Policía Municipal de Madrid, ha descubierto en una tienda de móviles, dos toneladas y media de carne ilegal de kobe y salsas peligrosas. Los alimentos estaban escondidos en almacenes secretos.
Los agentes realizaban una inspección en una tienda de telefonía ubicada en la calle Dolores Barranco número 30, en busca de cargadores falsos pero descubrieron algo más.
En el interior del local, encontraron una cámara refrigeradora vertical con envases de plástico que contenían aproximadamente 14 kilos de salsas caseras, todas sin etiquetas que indicaran su composición, alérgenos, fecha de preparación o registros sanitarios, incumpliendo la normativa vigente.
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Posteriormente, los policías detectaron paneles disimulados en la pared que ocultaban el acceso a dos almacenes. En el primero, había una cámara congeladora con unos 50 kilos de carne de cerdo de origen nacional, junto a estanterías repletas de productos chinos y sacos de harina abiertos.
En el segundo almacén, se hallaron siete cámaras frigoríficas —dos de ellas desconectadas— y tres congeladoras que almacenaban palitos de cangrejo, carne nacional y 18 piezas de carne de ternera japonesa, con un peso aproximado de 200 kilos. Además, se encontraron 12 envases con 196 kilos de salsas y ocho envases con 96 kilos de verduras adobadas, todos elaborados de forma casera y sin información que identificara su contenido o garantizara su seguridad.
Entre los productos decomisados se encuentran salsas caseras, carnes de origen nacional y japonés, y verduras maceradas.
Dos toneladas y media de comida
En total, las autoridades requisaron unas dos toneladas de comida sólida y 434 kilos de salsas y vegetales. Ninguno de estos productos contaba con el etiquetado legal ni los sellos de la Unión Europea, requisitos obligatorios para su comercialización en España. Además, las cámaras frigoríficas carecían de termógrafos, lo que imposibilita verificar las condiciones de conservación.
La mercancía quedó precintada y a disposición de los técnicos de Sanidad de la Junta Municipal de Usera, quienes el lunes siguiente ordenaron la destrucción de las salsas y las verduras. Se presume que la carne correrá la misma suerte tras analizar su calidad y trazabilidad.
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El propietario del establecimiento se enfrenta a una severa sanción administrativa por las infracciones detectadas, que incluyen la venta de productos alimenticios sin autorización y el incumplimiento de las normas sanitarias. Este caso pone de manifiesto la importancia de los controles para garantizar la seguridad alimentaria en la ciudad.
