La jugadora de bádminton Carolina Marín ha asegurado en Oviedo, donde el viernes recogerá el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024, que su "mayor ilusión" es retirarse "en una pista, después de volver a lesionarse gravemente de la rodilla en los Juegos Olímpicos de París.
"Mi mayor ilusión es poder retirarme en una pista de bádminton", ha dicho en la rueda de prensa con motivo de la recepción del galardón que recogerá en el Teatro Campoamor.
Un proceso en el que han sido clave su equipo, su familia, el público y también su psicóloga. En ese sentido, ha destacado la importancia de la ayuda profesional para garantizar la salud mental en el deporte de alta competición y en la vida cotidiana.
"Uno puede estar bien, pero si quiere estar mejor necesita la ayuda externa de un psicólogo", ha comentado, reconociendo que esta última lesión ha supuesto un punto de inflexión importante en su vida profesional y personal para ver las cosas desde otra perspectiva.
Cuenta que todavía no ha tocado una raqueta ni un volante porque necesita tiempo para recuperarse y se muestra "eternamente agradecida" por las muestras de ánimo en redes sociales y por la calle.
Así, admite que su trayectoria es "un sueño cumplido" porque ha conseguido ganarlo "todo", y valora especialmente "la medalla del cariño, el apoyo y la empatía de la gente".
"Soñaba con este premio hace varios años", ha asegurado. Y es que Marín ve el Premio Princesa de Asturias de los Deportes como un reconocimiento no solo a su carrera deportiva sino al bádminton como deporte minoritario que ha ido aumentando su práctica y seguimiento en España.
De hecho, se muestra satisfecha de que los niños actuales la tengan como referente, ya que ella no los tenía cuando empezó con ocho años. En este sentido, ha elogiado los valores que trasmite el deporte dentro y fuera de la pista.