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La princesa Leonor destaca la "emoción de la esperanza" frente al escepticismo
- Ensalza el compromiso de Serrat con la democracia y la tolerancia
- Valora que Carolina Marín "lo ha ganado todo y en todo ha sido ejemplar"
La princesa Leonor ha destacado, en su discurso durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, la "emoción de la esperanza" que transmiten los galardonados en esta edición, frente al escepticismo o al desánimo.
Una ceremonia que, ha confesado, es especial para ella ya que se cumplen diez años que es presidenta de honor de la fundación Princesa de Asturias, y que ocupa desde la proclamación de su padre como rey de España, una década en la que, ha dicho, se ha sentido muy cerca de los valores que impulsa esta institución.
Tras agradecer el trabajo que realizan los patronos y todas las personas del equipo y de los jurados para que este viernes pueda celebrarse "la mejor versión de la vida", la princesa ha dicho que estar en Asturias y venir a Oviedo cada año para vivir "el entusiasmo que se respira estos días" hace que se sientan "acogidos y queridos".
Una tierra a la que le unen, ha recordado, "no sólo un título y todo lo que entraña", sino que además es la de su familia materna: "Es una tierra en la que soy muy feliz", ha recalcado.
La heredera de la Corona ha destacado cómo la obra de los premiados de este año con los Premios Princesa de Asturias ofrecen "la emoción contraria al escepticismo o al desánimo: la emoción de la esperanza".
Un sentimiento que, ha agregado, "muestra que las cosas pueden mejorar, que siempre hay una grieta por donde entra la luz".
Valora que Carolina Marín "lo ha ganado todo y en todo ha sido ejemplar"
Con respecto a los premiados, de Carolina Marín, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024, doña Leonor subrayó que “lo ha ganado todo y en todo ha sido ejemplar” y estimó que lo “más importante” no es que “sus años de esfuerzo, entrenamiento y gran desempeño le hayan llevado a lo más alto en el bádminton, que era muy poco conocido en España”.
“Lo más relevante es que el valor no está sólo en las medallas incluso de oro, sino que es la actitud ante la adversidad y ante el triunfo lo que define a una gran deportista”, agregó, al tiempo que confesó que, para quienes están a punto de abandonar la adolescencia, la afirmación de Marín de que puede porque piensa que puede son “palabras muy valiosas”.
Junto a ello, reconoció que ha leído a Ana Blandiana, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2024, narrar lo que sucedía en las cárceles de la dictadura comunista de su país, Rumanía.
“Los presos se transmitían versos de celda en celda mediante el alfabeto Morse como forma de resistencia al odio y a la locura. Para mí, para mi generación, ese hecho otorga a la poesía un papel que nos cuesta imaginar ahora, pero sí podemos entender ese grito de esperanza”, reconoció la Princesa.
Al tiempo que explicó que, cuando la escritora tenía su edad, “no le permitieron entrar en la universidad”, pese a lo cual “no ha dejado de plantar cara a los totalitarismos con su poesía limpia, clara, depurada y con su activismo en la defensa de los derechos humanos y de la democracia”.
En la misma línea, valoró que eso es también a lo que “dedica su vida” la cineasta, historietista y pintora francoiraní Marjane Satrapi, que, en su obra más conocida, Persépolis, narra una infancia y adolescencia de “represión” en su Irán natal.
"En sus creaciones, expone las condiciones que vivió en aquellos años con su “imponente talento” para plasmar la búsqueda de un mundo “más justo e integrador”, lo cual, a su juicio, “nos da esperanza”, al tiempo que “ha reinventado de un modo deslumbrante el lenguaje común al arte y a la comunicación”.
“Esa conexión, esa forma de sentir que nos une y nos da conciencia de humanidad, es lo que la agencia Magnum proyecta con su labor de casi ocho décadas”.
Prosiguió, para, a continuación, señalar que, “en tiempos de ruido, prisas y artificio”, Magnum “afina la mirada” con su fotoperiodismo “audaz y veraz, prestando a la historia la huella de los hechos”.
Para la Princesa, ante el “tumulto” de imágenes, esta agencia fotográfica “pionera” captura el “momento clave” y “nos entrega evidencias para la compresión del mundo”, lo que, según su punto de vista, “nos debería dar la esperanza de poder acercarnos a la concordia, porque a menudo no es fácil entender lo que sucede”.
Por lo que se refiere a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), resaltó que “ponga su empeño” en dotar a los “más vulnerables” de las herramientas necesarias para “abordar y comprender mejor la vida, para desarrollarse como seres humanos de pleno derecho”.
“Es decir, para lograr el desarrollo social a través de la educación, la ciencia y la cultura”, agregó, al tiempo que destacó que la OEI “hace realidad lo que tantas veces escuchamos: que sólo la educación puede transformar sociedades, consolidar la democracia y promover el respeto a los derechos humanos”.
Tras aseverar doña Leonor que desconoce “si hay algo más esperanzador que eso”, defendió que la cooperación y el multilateralismo “son señas de identidad” de una organización que “busca la cohesión de la comunidad iberoamericana de naciones”.
Al hilo de esto, consideró que Svetlana Mojsov, Daniel Drucker, Jeffrey Friedman, Joel Habener y Jens Holst, premios de investigación científica y técnica, han encontrado en el campo de la endocrinología su “modo de cooperar” y han desarrollado una herramienta que “puede ser de ayuda a personas con diabetes y obesidad”.
“En un mundo con casi 900 millones de personas que padecen obesidad y 540 millones, diabetes, convendría además pensar en la prevención como estrategia indispensable en salud pública: he aquí una gran esperanza”, apostilló.
“Si estamos aquí es porque lo que nuestros premiados proyectan es el valor necesario para vencer el desánimo y la desesperanza, tarea en la que también se emplea a fondo Michael Ignatieff”, aseveró, en referencia al Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.
Convencida de que “no es fácil, teniendo en cuenta la complejidad de los mecanismos sociales y políticos que hay detrás de la convivencia y del conflicto”, razón por la cual hizo suya la frase del premiado en la que afea que “hay quienes utilizan la democracia para destruirla”.
En este contexto, afirmó que, para quienes, como ella, “estrenan” su mayoría de edad, acercarse al pensamiento del galardonado es “todo un reto” y un “desafío” que les “atrae”, porque les “habla de valores compartidos y del reto permanente de la convivencia”.
Ensalza el compromiso de Serrat con la democracia y la tolerancia
Por último, en referencia a Joan Manuel Serrat, la Princesa de Asturias ensalzó de este músico y poeta del Poble Sec que es “mucho más que un referente artístico para varias generaciones a las que ha hecho felices”.
“También ha mostrado su compromiso con la democracia y la tolerancia”, agregó, al tiempo que confirmó que estos días ha escuchado “muchas canciones suyas” y ha leído “con atención” sus letras.
Puntualizó que Serrat “se declara partidario de vivir porque, de vez en cuando la vida, afina con el pincel; se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla”, haciendo un guiño a su canción De Vez en Cuando la Vida.