El Gobierno estadounidense ha anunciado una serie de exenciones arancelarias para teléfonos móviles, ordenadores, microprocesadores y otros productos electrónicos que se aplicarán a los gravámenes ordenados el pasado 2 de abril por el presidente Donald Trump.
Las exenciones, publicadas en un boletín de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza del país, representan una limitación de los gravámenes al excluir estos productos de dos tipos de aranceles: el arancel del 125% aplicado a China y el arancel base del 10% para casi todos los demás países.
Esta medida podría aliviar el impacto de los aranceles en los consumidores y beneficiar a empresas como Apple y Samsung Electronics, entre otras. De hecho, se calcula que el 80% de los iPhone que se comercializan en Estados Unidos se fabrican en China, mientras que el otro 20% se producen en India, a pesar de los intentos de Apple orientados a diversificar su cadena de suministro.
Las exclusiones se aplican sobre teléfonos móviles, ordenadores portátiles, discos duros, microprocesadores y chips de memoria, así como máquinas utilizadas para fabricar semiconductores, en un guiño al gigante de la fabricación de chips Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC).
Esta medida supone una nueva cesión de la Administración Trump a las empresas estadounidenses, que han vivido momentos con caídas generalizadas en todos los sectores, pero con especial incidencia en las tecnológicas.