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‘La infiltrada’: la historia real de la mujer que desarticuló el Comando Donosti de ETA
- La película de Arantxa Echevarría se ha convertido ya en la película dirigida por una mujer más taquillera de la historia del cine español.

'La infiltrada’ está dirigida por una mujer (Arantxa Echevarría), protagonizada por una mujer (Carolina Yuste), con guion de dos mujeres (la propia directora y Amelia Mora) y otras dos mujeres en la producción (María Luis Gutiérrez y Mercedes Gamero). Cuenta la historia de una mujer. Una mujer real. Una mujer muy valiente.

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Y está cerca de recaudar más de 9 millones de euros, lo que la sitúa en segundo lugar en el ranking de películas españolas de 2024. Ha sido vista, hasta el momento, por más de 1,34 millones de espectadores. Y continúa en cartelera.
Se ha convertido ya en la película dirigida por una mujer más taquillera de la historia del cine español.

En la última edición de los Premios Goya, el filme de Echevarría obtuvo el galardón a Mejor Película, que obtuvo ‘ex aequo’ con ‘El 47’, y el de Mejor Actriz Protagonista.
El discurso más sonado de la gala fue, precisamente, el de la productora de ‘La infiltrada’, María Luisa Gutiérrez, quien, al recoger el premio, reivindicó que “la memoria histórica también está para la historia reciente de este país” y dedicó el triunfo “a los que arriesgan su vida por el bien común y, sobre todo, por defender los principios de la democracia, que se basa en la libertad de expresión”. Además recordó a la familia de Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA, así como a la Fundación Victimas del Terrorismo y COVITE.
En los #Goyas2025 María Luisa Gutierrez, productora de la GRAN película #LaInfiltrada ha brillado más que cualquier discurso o película.
— Carlos Iturgaiz (@carlositurgaiz) February 9, 2025
Yo siempre he defendido que los que hablan de memoria histórica olvidan a veces la reciente.
Su discurso y su película honran al cine español pic.twitter.com/COFjeleUt5
'La Infiltrada' cuenta una historia real, muy desconocida hasta ahora. La historia de una mujer de 20 años que se ‘infiltró’ en ETA durante años y desarticuló el Comando Donosti, ‘buque insignia’ de la banda terrorista y uno de los más sanguinarios.
El Comando Donosti

Hasta que apareció en escena Arantxa Berradre, el comando Donosti había conseguido eludir a la Policía. Se había formado en 1969 como uno de los primeros grupos creados por ETA para tejer su compleja red de comandos y células.
Algunos miembros de ETA llevaban una doble vida, se ‘camuflaban’ en la sociedad civil y aparentemente tenían una vida ‘normalizada’ con un trabajo convencional. Los llamados ‘comandos legales’ operaban dentro de la legalidad para respaldar los objetivos terroristas que las células armadas se encargaban de ejecutar. Los miembros de éstas últimas se dedicaban en exclusiva a realizar acciones violentas ('comandos liberados’) y vivían en la clandestinidad.
Algunos de los comandos encargados de llevar a cabo actos terroristas tenían asignado como campo de acción un territorio determinado, del que recibían su nombre. Otros, los llamados ‘comandos itinerantes’, no estaban vinculados a ninguna zona geográfica, se desplazaban continuamente y podían atentar en cualquier parte de España.
El Comando Donosti recibió este nombre porque operaba en San Sebastián. Al principio. Más tarde extendió su territorio por el País Vasco e, incluso, La Rioja, Madrid y Barcelona. Eran la élite de ETA.

Entre sus dirigentes se encuentran etarras históricos como Francisco Javier García Gaztelu, Txapote’, asesino de Miguel Ángel Blanco o Jesús María Zabarte Arregui, conocido como ‘el Carnicero de Mondragón’.
En la lista de muertos que dejó a su paso el Comando Donosti hay personas de toda condición: ; Gregorio Ordóñez, que iba a ser candidato del PP a la alcaldía de San Sebastián; Fernando Múgica, dirigente histórico del PSOE; el subcomisario de la Ertzaintza, Mikel Uribe; los concejales del PP, José Luis Cortines, José Ignacio Iruretagoyena y Manuel Zamarreño; Francisco Javier Gómez Elosegui, psicólogo de la prisión de Martutene; el empresario José Manuel Olerte; Alfonso Morcillo, sargento de la Policía Municipal de San Sebastián, Benjamín Quintano, cocinero de la casa cuartel de Intxaurrondo; dos obreros de la empresa Elektra. Y otros muchos.

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El rastro sangriento del comando incluyó también un gran número de heridos. Sólo entre los años 1997 y 2001 el Comando Donosti fue responsable de 50 atentados, 26 de ellos en un único año: el año 2000.
Además, tiene en su haber algunas de las acciones terroristas más crueles de ETA, como el atentado de Rentería en 1982 en el que emboscaron a un grupo de cinco agentes de Policía Nacional, matando a 4 y dejando a uno gravemente herido. Los agentes recibieron más de cien balas, incluidas las utilizadas para rematar a uno de ellos cuando los etarras detuvieron la camioneta donde un vecino, que lo había encontrado agonizando en la carretera, lo llevaba hacia el hospital.
"Solo en el año 2000, el Comando Donosti fue responsable de 26 atentados"
El 17 de agosto de 1995, el Comando Donosti reventó la casa cuartel de la Guardia Civil de Arnedo (La Rioja) con 50 kilos de amonal. El atentado resultó menos mortífero de lo planeado debido a la fortuita intervención de agentes de la Policía Local. Gracias a esto se salvaron vidas y no hubo ningún muerto, pero sí más de 30 heridos. Entre ellos, varios niños.
Entre su fundación y 1998, el Comando Donosti fue varias veces desarticulado y volvió a reorganizarse. Pero el buque insignia de ETA siempre volvía a resurgir de sus cenizas.
Hasta que llegó Arantxa Berradre
La infiltrada

Aranzazu Berradre Marín es el nombre falso bajo el que una joven policía de 20 años nacida en Logroño y recién salida de la Academia de Policía de Álava, se infiltró en ETA.
Destacó ya en la Academia y al salir fue seleccionada junto a otros compañeros para infiltrarse en ETA. Ella fue la única que aguantó.
El trabajo implicaba muchos sacrificios. Para empezar tuvo que romper con su familia, sus amigos, su pareja y cualquier persona que la conociera. En los siguientes años, no podría ver a nadie que se hubiera relacionado con ella. Dejó atrás su vida entera.
Era el año 1999 e iba a estar casi 8 infiltrada.

Para crearse un currículum al gusto de ETA que, por supuesto, haría sus investigaciones, la joven policía comenzó por infiltrarse en el Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño con el nombre de Arantxa Berradre. De ahí se trasladó a San Sebastián donde ejerció diferentes trabajos y comenzó a hacer amigos entre los abertzales.
Lo hizo tan bien que se ganó su confianza. Un día, uno de los reclutadores de ETA se le acercó y la emplazó a una cita con Kepa Etxebarria, miembro del Comando Donosti. Esto le dio acceso a una información que valía oro. Pero aumentó sus probabilidades de no salir con vida.

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Arantxa convivió durante año y medio con dos miembros del Comando Donosti: Sergio Polo y Kepa Etxebarría, en un piso de San Sebastián.
Durante 8 largos años su vida estuvo en peligro las 24 horas del día. El menor desliz implicaba su muerte. Y lo sabía.
Durante 8 largos años se las apañó para pasar a sus compañeros de la Policía información crucial de los diferentes atentados que planeaba el comando.

Y, gracias a ella, se salvaron vidas. Y se supo que el alto el fuego que anunció ETA en 1998 era en realidad una ‘tregua trampa’, una manera de ganar el tiempo que la banda terrorista, acosada por las fuerzas de seguridad del Estado, necesitaba para reorganizarse y rearmarse.
La trampa se descubrió gracias a la información conseguida por Arantza, que incluía una lista de objetivos de los terroristas. Finalmente, condujo a los etarras a su detención.
Fue el final del Comando Donosti que, a pesar de algunos intentos, ya no logró recomponerse.

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Cuando todo terminó, Arantza no pudo recuperar su vida. Una foto con su nombre y el lema ‘se busca traidora’ apareció por todas las ‘herriko tabernas’ del País Vasco y en EGIN, diario al servicio de ETA. Se le dio destino en el servicio de Seguridad de la Embajada en Andorra pero los etarras localizaron a sus padres y hermanos en La Rioja. Tuvo que marcharse hacia un lugar desconocido para evitar represalias.
ETA localizó a sus padres y hermanos en La Rioja
Actualmente ha podido formar una familia y sigue en activo en algún lugar fuera del país.
Fue condecorada con la Cruz de Distintivo Blanco, galardón que se entrega a todo aquel que sobresale en el cumplimiento del deber. Pero no quiso más reconocimientos. El entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja le ofreció como recompensa cualquier cosa que pidiera. Podía haber pedido un aumento de sueldo, un sueldo vitalicio, un puesto relevante que la garantizase seguridad económica de por vida… pero sólo pidió un Ford Fiesta de color blanco.
Sergio Polo fue condenado cuatro veces y sus sentencias sumaron una condena de 287 años. Entró en la cárcel en 1999. El gobierno vasco le ha concedido este año el tercer grado y ya está en libertad.
Kepa Etxebarría fue condenado a 36 años de prisión de los que cumplió 20 años. También está en libertad.