Los abogados franceses Stéphane Babonneau y Antoine Camus, defensores de Gisèle Pelicot en el juicio que condenó a su exmarido y a decenas de hombres por violarla durante años, han sido reconocidos este miércoles por el Consejo de la Abogacía Española con el V Premio Igualdad en la modalidad internacional.
Su labor logró que Dominique Pelicot y 50 cómplices fueran sentenciados, convirtiendo a Gisèle en un símbolo de lucha para las mujeres. Sin embargo, los letrados advierten que casos como este podrían repetirse en otros países.
Tras el fallo, Gisèle Pelicot intenta retomar una vida normal, dejando al mundo un mensaje contundente: "La vergüenza tiene que cambiar de bando". Stéphane Babonneau, uno de sus abogados, subraya la importancia de romper el silencio en casos de violencia sexual y de género: "Que las víctimas no sientan vergüenza y puedan hablar". En un testimonio breve, afirmó que "el silencio no debe ser la forma de tratar estos casos".
El premio, dedicado a Gisèle, reconoce su valentía al visibilizar la violencia sexual y situarla en el centro del debate público en Francia. A pesar de enfrentarse al descrédito durante el proceso, sus abogados esperan que su caso impulse mejoras en el trato a las víctimas, equilibrándolas con el derecho a la defensa. "El tratamiento que recibió Gisèle en el juicio no fue normal; otras víctimas no lo habrían soportado", señaló Babonneau, destacando la dureza del proceso.
Entre los momentos más difíciles estuvo la negativa de varios acusados a reconocer las violaciones, pese a aparecer en las grabaciones. Este hecho llevó a los letrados a plantear una reflexión profunda sobre el concepto de masculinidad. "Pensaban que no podía haber violación porque el esposo estaba presente; para ellos, eso lo justificaba", explicaron, evidenciando una mentalidad que urge transformar.
Gisèle Pelicot aún deberá enfrentarse a un nuevo desafío: nueve de los condenados han apelado las sentencias. Mientras tanto, su coraje sigue inspirando a muchas personas en todo el mundo, marcando un antes y un después en la lucha contra la violencia sexual.