Se lanzaron los dos cohetes de mayor tamaño fabricados por empresas privadas desde suelo estadounidense. El New Glenn de Blue Origin y el sistema SuperHeavy-Starship de SpaceX.
El primero en despegar fue el New Glenn del fundador de Amazon Jeff Bezzos. Su proyecto acumula bastante desventaja respecto a su competidor, SpaceX, de Elon Musk pero han conseguido varios éxitos parciales.
El New Glenn, de casi 100 metros de altura, se elevó y consiguió colocar su carga en órbita, pero la etapa de propulsión se perdió y no regresó a la plataforma como se había previsto. En cualquier caso Blue Origin considera un éxito alcanzar la órbita a la primera, con su lanzador más pesado y desplegar su cápsula.
El SuperHeavy-Starship llevaba seis intentos para lograr algo similar y todos, por ahora, han acabado o en explosión o han sido vuelos suborbitales.
El último test se desarrolló a la inversa del New Glenn. El conjunto de SpaceX se elevó correctamente, el propulsor SuperHeavy regresó y aterrizó en la base, pero la nave Starship explotó con su carga.