En Corinne, Utah, se encuentra el Golden Spike National Park, un lugar que recrea cómo las dos grandes compañías de ferrocarril de Estados Unidos se unieron en 1869 creando el primer tren transcontinental del país, uno de los mayores logros tecnológicos del siglo XIX.
El 'espigón dorado' tuvo un papel importantísimo en la creación de esta vía transcontinental ya que fue el último clavo que se colocó haciendo posible la unión de las vías de la costa este y la costa oeste, uniendo también dos compañías ferroviarias.
En este parque se cuenta la historia de este acontecimiento tan relevante para el país, que permitió la comunicación comercial y de pasajeros de forma rápida de la zona este y oeste de Estados Unidos.
Los trabajadores del lugar visten con la ropa de la época y recrean el momento en el que se pusieron en marcha las locomotoras que se conservan hoy en día y que se ponen en funcionamiento para los visitantes del parque.