Caminando por la ciudad de Helsinki descubrimos algunos de los 54.000 búnkeres que hay repartidos por todo Finlandia para contener a la población en caso de emergencia, de los cuales, 5.500 de ellos están en la capital del país, suficientes para alojar a todos sus habitantes si fuese necesario.
Finlandia obtuvo su independencia en 1917 pero debido a la gran inestabilidad que había en Europa por la II Guerra Mundial, tuvo miedo a que la independencia obtenida fuese revocada y volviese forzosamente a formar parte de la Unión Soviética, es por eso que se construyeron estos búnkeres por el país.
A pie de calle se muestran como un gran ascensor protegido por una estructura de cristal y todos ellos están conectados por el subsuelo a través de toda la ciudad.
Nos montamos en este ascensor para descender 32 metros de material antiaéreo que protege este búnker. Una vez abajo descubrimos varias puertas y caminos que los finlandeses utilizan a diario ya que, aquí abajo, hay diversas estructuras deportivas y hasta un gimnasio. Es decir, una infraestructura de defensa que se aprovecha para el beneficio de la población.