Bajo la Plaza de Colón existe un submundo donde personas en situación de vulnerabilidad se ven obligados a crear su hogar. Luis, Ana, Ángelo o Nordín son algunos de ellos. Hoy, nos abren la puerta y nos cuentan su historia.
"Aquí debajo llevamos unos 8 meses o así. Hemos estado también viviendo en Goya, en una tienda de campaña, hasta que llegamos aquí", nos cuentan Ana y Luis, una pareja a la que inquiokuparon su vivienda, lo que les ha llevado a vivir en la calle.
"Teníamos un piso. Mis padres llevaban 40 años trabajando de sol a sombra para tenerlo. Nos quisimos venir a Madrid para probar y cuando volvimos a nuestro piso nuestros inquilinos decidieron que no se marchaban. Lo tenemos judicialmente, pero la justicia es muy lenta".
Luis busca trabajo de asistente culinario, verificador o, como él recalca, de lo que salga. Asimismo, a Ana le encanta la lectura y su sueño es poder trabajar en algo relacionado a ello. En definitiva, una oportunidad que les ayude a salir de allí. "Si nos la dan no vamos a fallar".
En este submundo conviven cerca de diez personas que han creado una pequeña familia y, algunos de ellos, llevan muchos años viviendo en la calle, como Ángelo. "Llevo 5 años en la calle. Yo estuve en la Legión 7 años y 4 meses, era militar. Mi padre falleció de cáncer de pulmón y caí en una depresión".
Nodín lleva viviendo aquí también ocho meses y declara tener una hija de 20 años a la que echa mucho de menos. "Me he visto así por mala cabeza. He hecho cosas, las he pagado y a través de eso he perdido a mi familia. En la cárcel he estado 9 años. Estoy sufriendo esto por mi hija, si era por mí había hecho cualquier cosa".
Cada uno de ellos tiene su propia historia. Personas que normalmente son invisibles para muchos, pero que también tienen sueños, esperanza y ganas de salir de este túnel.