Acabaron viviendo en la calle y todo por culpa de unos inquiokupas. Es lo que les ha pasado a Luis y Ana, una joven pareja que duerme desde hace ocho meses bajo la Plaza de Colón, en el túnel donde se encuentra el depósito de la grúa.
Ella había heredado un piso de su padre. Su mala fortuna comenzó hace tres años, en Barcelona, cuando alquilaron una habitación a unos inquilinos y estos dejaron de pagar. Aprovechando que los dueños se habían ido de vacaciones, cambiaron las cerraduras de la vivienda y ya no pudieron volver a entrar en ella.
Decidieron dejar la Ciudad Condal y trasladarse a Madrid a encontrar una nueva vida. Sin embargo, llevan ya ocho meses viviendo en la calle. Tienen un perrito y eso hace que no les alquilen una habitación en muchos sitios.
"Es muy duro, aunque la gente aquí nos ayuda mucho. Estamos sin trabajo y Samur Social nos apoya bastante", dice Luis, quien sueña con ser cocinero. "Mi sueño es trabajar en una librería, rodeada de libros", afirma Ana.
Ambos, pese a su situación, son optimistas y agradecen la acogida que les ha dado la capital. "Madrid nos lo da todo, su gente, su ambiente... queremos quedarnos aquí y de hecho hoy tengo ya varias entrevistas de trabajo", asegura ilusionado Luis.