Venta y consumo de droga, robos, okupaciones, prostitución. Los vecinos de San Cristóbal de los Ángeles denuncian la degradación de la zona desde hace años, pero la situación se ha agravado en los últimos meses, por lo que han organizado una cacerolada.
Reparto de territorios y de cabecillas que controlan todo lo que sucede en el barrio. "A mí me han robado dos veces. Peleas todos los días y he llegado a ver armas blancas en la plaza", nos cuenta una vecina.
Dicen que es uno de los mayores supermercados de la droga de Madrid. "Si se ve a la entrada de la boca del metro. Siempre hay gente trapicheando aquí en el parque". La degradación, según los vecinos, es total.
"Te roban los limpias. A mí me han robado este año 3 o 4 veces, ya ni compro los de atrás. Te quitan la varilla para limpiar las pipas para fumar. Bajas con los niños, te metes entre los coches para cruzar y hay alguien fumando, pinchándose en el tobillo, en la pierna, en el brazo, donde puedan. De hecho, hay un tío también que tiene varias denuncias de droga, abuso de menores", nos cuenta otro vecino.
"En esa esquina dormían, tenían camas, tenían chabolas, tenían colchones, tenían basura. Normalizamos estas cosas y, a la larga, cualquiera pasa y es indiferente. Yo no, yo prefiero que esto esté apto para que los niños jueguen a tenerlo lleno de jeringuillas, preservativos y cosas que he tenido que recoger de aquí", añade una comerciante de la zona.
En una sola calle, varios locales han sido asaltados. "Se llevaron dinero, el móvil, la tablet", nos cuenta su dueña. Es fácil ver el consumo a cualquier hora, incluso frente a los colegios. La droga se suministra en el barrio a través de varios narcopisos okupados y señalados por los vecinos. Una guerra a la que quieren poner fin.