Este sábado 15 de marzo, la plaza de toros de Valencia será testigo de un momento histórico en la carrera del joven matador mirafloreño Alejandro Chicharro, quien tomará la alternativa en el marco de la prestigiosa Feria de Fallas.
Este evento marcará el cumplimiento del sueño de su vida, y lo hará en un cartel que incluye figuras como Alejandro Talavante y Roca Rey, elevando aún más las expectativas en torno a su debut como matador.
Con una destacada trayectoria que incluye una puerta grande en Madrid y numerosos triunfos durante la temporada pasada, Chicharro se ha consolidado como una de las grandes esperanzas del toreo y un líder del relevo generacional.
En vísperas de este día tan significativo, un equipo de Madrid Directo ha tenido la oportunidad de hablar con él y conocer sus sentimientos y reflexiones. "Estoy buscando sensaciones positivas para llegar lo más despejado posible. Siento una mezcla de responsabilidad, miedo e ilusión", nos confiesa Chicharro.
Durante estos días, asegura haber estado recordando sus inicios en el mundo del toreo. "En estos días me he acordado sobre todo de por qué empecé en esto, por qué quería ser torero. En apenas unos días podré convertirme en lo que siempre he soñado", agrega emocionado.
Desde que comenzó a torear el día de su primera comunión bajo la tutela de su padre, Chicharro ha recorrido un camino lleno de sacrificios y dedicación. Sin embargo, el día más importante hasta ahora había sido su salida por la puerta grande en Madrid, una experiencia que describe como "la más bonita y también la más dura".
Preparado para este gran desafío, Chicharro ha estado entrenando intensamente durante el invierno. "Lo veo muy bien. Está llevando un invierno muy bueno en cuanto a preparación y mentalización. Ahora solo falta que nos acompañe un poquito la suerte y que todo salga como soñamos", nos comparte Iván, su persona de confianza.
La suerte está echada y los ojos del mundo taurino estarán puestos en él este fin de semana. Alejandro Chicharro está listo para escribir un nuevo capítulo en su vida y dejar una huella imborrable en el arte del toreo.