La okupación se ha consolidado como un problema creciente en España, y un claro ejemplo de ello se dio el lunes pasado en Vallecas, donde la Policía Municipal blindó los accesos a una urbanización en la calle de El Yesero para llevar a cabo desahucios de okupas. La situación generó un ambiente de tensión, con vecinos preocupados por la impunidad de las mafias de okupación y denunciando años de sufrimiento.
Aunque algunos okupas se identifican como inquilinos legítimos, los relatos de los residentes revelan prácticas fraudulentas, como intentos de entrar en viviendas ajenas y llevarse vehículos.
Esta situación refleja un problema que sigue sin resolverse y afecta a muchos ciudadanos en diversas ciudades del país, alimentando la frustración y el temor entre las comunidades.