De nuevo Arabia Saudí pone en marcha su sportwashing, lo que significa hacer un lavado de imagen a través del deporte. Llevan tiempo con este plan en marcha. Mientras Amnistía Internacional sigue denunciando sus vulneraciones de los derechos humanos.
El dinero convence y de repente deja de importar que en Arabia la homosexualidad esté penada con la muerte. Porque desde hace 4 años la Supercopa de España se disputa en Riad.
Jon Rahm dijo no al golf árabe, pero después cambio de opinión. Ahora es el segundo deportista mejor pagado del mundo. A pesar de que en arabia se flagele a las mujeres que reclaman sus derechos: “Me pagan más por jugar al mismo deporte y tengo más tiempo”.
Rafa Nadal también trató de explicarse al firmar un contrato de colaboración con la federación de tenis del país: “Para mi el objetivo es promover el tenis en todo el país y crear una infraestructura que permita crecer a los jugadores”. Al menos él puede explicarse, porque en Arabia se persigue la libertad de expresión.
En 7 días, 6 de los mejores tenistas del mundo, entre ellos, Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, juegan el torneo de los 6 Reyes. ¿Saben dónde? Sí en Riad. Por participar cada uno se embolsa un millón y medio de dólares y el campeón alcanzara los 6.