El cambio de hora afecta también a nuestra alimentación
Los cambios de hora y de luz influyen en aspectos como el apetito. ¿Hay que ajustar los horarios de las comidas?
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TELEMADRID
Este domingo 27 de octubre tendremos que cambiar la hora de los relojes y a las 03.00h serán las 02.00h, el habitual cambio al horario de invierno con el objetivo de maximizar el uso de la luz natural y disminuir por tanto el consumo eléctrico, pero este ajuste en el reloj también nos afecta anímicamente pudiendo crear sensación de malestar, somnolencia, variaciones en el estado de ánimo y, también, en el apetito.
“Con el cambio de hora nos cambian también nuestro ciclo biológico y nosotros los nutricionistas siempre recomendamos que tratemos de agrupar todas las comidas que realizamos en el día con la exposición a la luz del sol, es decir, cuando más horas de luz hay en el día es cuando deberíamos comer”, nos ha contado el nutricionista Javier Fernández Ligero.
El experto ha explicado cómo en España tenemos la costumbre de tomar “la última ingesta del día, la cena, prácticamente ya de noche”, un hábito que, detalla Javier, puede crear problemas como “acidez estomacal, perjuicios a la hora del descanso”, por lo que, con estos cambios horarios aprecian cómo nuestro reloj “se desajusta”: “Al notarnos más cansados tendemos más al picoteo”.
“La idea sería elegir una cena correcta, sobre todo, entorno a las ocho y media, cuando todavía hay luz lumínica” ha detallado Fernández Ligero que aconseja recurrir a alimentos con “triptófanos” que nos ayudan a la secreción de melatonina para tener un descanso más reparador.