Adiós a los huevos de autoconsumo: multas de hasta 3.000 euros y registro obligatorio. Desde el 1 de enero de 2024, todas las personas que tengan gallinas, incluso para consumo propio, están obligadas a registrarlas, según lo establecido en el Real Decreto 637/2021. Quienes no cumplan con esta normativa podrían enfrentarse a multas que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros.
Esta normativa no distingue entre grandes productores y pequeños propietarios que mantienen aves para autoconsumo. La ley es clara: toda persona que posea gallinas debe registrarlas oficialmente, incluso cuando los huevos se destinen exclusivamente al consumo familiar.
El registro obligatorio busca fomentar unas condiciones adecuadas de higiene y cuidado en las granjas avícolas, incluso en las más pequeñas, permitiendo una mejor trazabilidad en caso de brotes de enfermedades o problemas sanitarios.
En ciudades no se dan casos, pero sí en el mundo rural, con la tenencia de gallinas que te dan esos huevos frescos y naturales, pero ese privilegio te puede salir caro.