La Policía Nacional ha resuelto el robo millonario de criptomonedas incautadas en España a una organización criminal y que se encontraban bajo custodia judicial.
En el momento de la incautación tenían un valor de 17 millones de euros el cual se ha recuperado con totalidad.
Un empleado de la administración judicial que realizaba una sustitución ha sido detenido como presunto autor del robo.
Este habría accedido de forma ilegal a las claves de las carteras digitales intervenidas.
Esperó tres meses hasta que el sobre por las claves fue entregado a la Oficina de Recuperación y Gestión de Archivos (ORGA) en Madrid para poder llevar a cabo el robo.
La mayor incautación de criptomonedas
El origen de las criptomonedas robadas se remonta a la operación 'Geeld', la cual fue desarrollada en septiembre de 2024 en el sur de España. Esta operación culminó con el desmantelamiento de una red de blanqueo de capitales ligada al narcotráfico.
En ese contexto, se produjo la mayor incautación de criptomonedas realizada hasta la fecha. Las claves de acceso a las criptocarteras recuperadas durante esa operación quedaron bajo custodia judicial y fueron trasladadas a la ORGA.
En enero de 2025, al proceder a la conversión de los criptoarchivos, los técnicos descubrieron que las carteras estaban prácticamente vacías.
Tras la detección de este robo, la Policía inició una investigación centrada en todas las personas que tuvieron contacto con el sobre en el que se trasladaron las claves.
Un análisis forense del mismo descartó la presencia de huellas ajenas a quienes tenían acceso legítimo, lo que acotó el círculo de sospechosos.
Un trabajador de la administración judicial
La investigación señaló a un trabajador sustituto de la administración quien, presuntamente, conocía el valor del contenido y habría manipulado el calendario de entrega del sobre.
La investigación reveló que el sospechoso se autodefinía como 'criptoinversor', además, habría adquirido una cartera digital para custodiar de forma segura las claves sustraídas.
Después de llegar hasta el sospechoso, la Policía registró tres domicilios de forma simultánea. En uno de los inmuebles, los agentes hallaron una bola de papel oculta bajo el marco de la puerta en el cual estaban escritas doce palabras, estas llevaron a la recuperación de las claves.
El detenido habría planeado el robo con la intención de ampliar el abanico de sospechosos y así dificultar su identificación y, por tanto, detención.