Britney Spears vuelve a estar en el ojo del huracán porque ha pedido de nuevo a la justicia que, a sus 38 años, acabe la tutela judicial que su padre tiene sobre ella y sus ingresos.
La tutela se remonta a sus años de crisis, cuando tuvo que ser ingresada en un centro de rehabilitación y estaba a punto de perder los nervios por el acoso de los paparazzi.
En juego, 60 millones de dólares
Britney espera recuperar parte de su fortuna, que se estima en más de 60 millones de dólares. Lo cierto es que su padre le ha estado asignando, desde el año 2008, una paga semanal de 2.000 dólares, ni uno más ni uno menos.
Cualquier gasto extra el celoso Jamie se lo niega. Incluso reformar su cocina porque aseguraba que era un lujo innecesario y demasiado caro.
Sus fans están en pie de guerra y llevan días rodeando el tribunal. Britney asegura que dejará de actuar si la Justicia no retira la tutela judicial de su padre. Todo un drama familiar con mucho, tal vez demasiado, dinero de por medio.
