El Gobierno central ha aprobado una subida de impuestos vía enmiendas en el Congreso. Afectarán al diésel y al tabaco, entre otros productos, para compensar la retirada del impuesto a las energéticas, una nueva exigencia del partido de Puigdemont que el ejecutivo ha concedido a los independentistas.
El impuesto especial a la banca se mantiene, y las entidades avisan de las consecuencias: Caixabank dice que esta decisión no ayuda a que se mantenga su sede en España.
Las patronales bancarias AEB y CECA consideran que la decisión de crear un nuevo impuesto bancario “afecta al crecimiento económico” y, en caso de aprobarse, no descartaron “acudir a los tribunales puesto que subsisten algunos de los vicios de inconstitucionalidad del actual gravamen en vigor”.
En un comunicado conjunto, las dos patronales advirtieron de que “merma el crédito a familias y empresas, especialmente a las pymes, que suponen el soporte del tejido productivo español y la base de creación de empleo”.
Asimismo, mostraron su “rotundo rechazo a un impuesto discriminatorio, que estigmatiza y perjudica la solvencia y competitividad de los bancos españoles”. “Es contrario a las recomendaciones de organismos internacionales como el FMI y el BCE, siendo España el único país que ha creado un impuesto adicional de estas características sobre el margen bancario”, denunciaron.