El coste del absentismo laboral por contingencias comunes ascendió a 28.987,11 millones de euros en 2024, un 14,45% más que el año anterior, según los cálculos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT).
AMAT detalla que las prestaciones económicas de Seguridad Social, abonadas por las mutuas colaboradoras y entidades gestoras, ascendieron a 15.025,95 millones en 2024.
El coste de estas prestaciones, que incluyen los procesos a partir del día quince en los casos por cuenta ajena y del cuarto por cuenta propia, aumentó en un 14,87% con respecto a 2024.
A esto se suman 13.961,16 millones en coste directo para las empresas, un 14,01% más, derivados de la asunción de gastos entre los días cuatro y quince de cada baja, los complementos y mejoras y las cotizaciones a la Seguridad Social durante la baja.
El informe subraya que el coste asociado al absentismo laboral por contingencias comunes ha aumentado un 185,69% en la última década, lejos del 24,71% que ha crecido la población protegida, una desproporción que, según AMAT, amenaza el sistema de Seguridad Social y la capacidad competitiva de las empresas.
De acuerdo con el informe, en 2024 había 19,5 millones de trabajadores protegidos por contingencias comunes, un 2,32% más que el ejercicio anterior, y se iniciaron 8,7 millones de procesos de baja, un 6,93% más.
Esto supone una media de 37,22 incidencias por cada 1.000 trabajadores, lejos de los 20,95 que se registraban en 2015, con una duración media de 42,61 días, 0,32 días más. En diciembre de 2024 había 133.341 bajas protegidas por mutuas de más de un año de duración.
ALTAS LABORALES PROGRESIVAS
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, presidió este lunes una reunión de la mesa de diálogo social con los agentes sociales en la que se relanzó su propuesta sobre altas laborales progresivas y, si bien los sindicatos se abrieron a tratar la cuestión, reclamaron que antes se disponga de un informe médico que justifique la necesidad de la medida.
La cuestión ya se trató en otoño del año pasado, aunque la terminología que trascendió (bajas flexibles) cosechó el rechazo frontal de CCOO y UGT, así como de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Para relanzar este asunto, la propia Elma Saiz presidió una reunión al máximo nivel en el diálogo social, a la que acudieron los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, así como el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.