Una espectacular riada ha sacudido la localidad murciana de Águilas, donde las intensas lluvias, con 44 litros por metro cuadrado en apenas una hora, han provocado más de medio centenar de incidencias. Calles inundadas, carreteras cortadas y la fuerza del agua arrastrando coches han dejado a nueve personas atrapadas. Emergencias ha elevado la alerta a nivel naranja y solicita máxima precaución ante el riesgo de nuevas crecidas.
La situación no es aislada. En Cártama (Málaga), las calles amanecieron convertidas en ríos tras una noche de precipitaciones extremas. El río Guadalhorce, a su paso por esta localidad, ha superado su máximo histórico, obligando a evacuar a una veintena de personas. En Campanillas, el desbordamiento del río homónimo ha llevado al desalojo de 368 viviendas y a la suspensión de clases, mientras los vecinos trabajan en la limpieza de alcantarillas para prevenir más inundaciones.
En Huelva, la crecida del río Odiel ha forzado a los bomberos a emplear zodiacs para rescatar a vecinos cuyas casas ya estaban siendo invadidas por el agua. Un niño resultó herido en la provincia tras el derrumbe de una tapia en su vivienda. Mientras tanto, en Córdoba, parcelas y hogares han sido desalojados por el aumento del caudal del Guadalquivir, y en Sevilla, el río discurre con fuerza, manteniendo en vilo a localidades como Lora del Río, pendientes de posibles crecidas.
La borrasca Laurence continúa azotando Andalucía con fuertes vientos y lluvias torrenciales, dejando tras de sí un rastro de desolación y una región en alerta ante los efectos devastadores de este temporal.