Una vez en la población de Barruelo de Santullán, Miquel Silvestre se dirige a un histórico café donde ha quedado con su amigo Javier para que le siga mostrando los secretos de esta región que conoce tan bien.
Los amigos arrancan sus motos para volver a ponerse en camino. Pronto toman una pista forestal que se introduce en el interior del bosque.
Sin duda estos recorridos por caminos sin asfaltar son los que más gustan al nómada porque le permiten un contacto directo con la naturaleza