Desde el pasado mes de agosto, Lucy, vecina de Villalbilla, ha estado viviendo un auténtico calvario en su propia casa.
Tras la trágica pérdida de su marido hace un año, se ha visto obligada a alquilar un estudio dentro de su propio chalet para poder hacer frente a la hipoteca de su casa. En un acto de solidaridad y desesperación, decidió alquilárselo a una mujer que alegó estar pasando por un divorcio y no tener dónde vivir. Sin embargo, esta decisión pronto se tornó en una pesadilla.
"Al principio todo iba bien hasta que en agosto empezaron a ir las cosas mal. Dejó de pagarme a tiempo y cada vez que entro y salgo para mí es tremendo", declara Lucy. La situación se ha vuelto insostenible, con tres conflictos recientes que han requerido la intervención de la Policía. "Ya no sé qué hacer", confiesa visiblemente angustiada.
Uno de los hijos de la familia inquilina nos comparte su perspectiva: "No pagamos el alquiler desde que nos cortó la luz. Llevamos dos meses sin luz". Sin embargo, Lucy niega esta afirmación y señala que llevan sin pagarle desde hace tres meses, acumulando una deuda que asciende a 1.600 euros.
La situación ha escalado al punto que Lucy ha tenido que reforzar la seguridad de su hogar cambiando bombines y colocando candados tras haber sido incluso agredida por los inquilinos. "Nunca me habían pegado en la vida y eran dos contra mí", recuerda con temor.
Lucy clama por una solución: "Yo quiero que se vayan de mi casa y me dejen vivir tranquila. No puede vivir una persona con sus agresores en la misma casa, es imposible", Con esperanza de poner fin a este calvario, Lucy busca recuperar el control de su vida y su hogar.