Tres años después de Manhattan, Manuel, Oscar y Raúl Quijano nos llevan a través de su música al Miami de 1990 a través de diez canciones repletas de sensaciones que nos transporta a esos colores neón y coches de lujo que pasan inadvertidos por la costa de Florida.
La maestría con la que Café Quijano sigue convirtiendo auténticas historias de acción, aventura, amor y desamor en breves minutos a través de la música es algo que vuelve a manifestarse con el que probablemente sea su disco más directo y más inspirado tanto en la acción como en las sensibilidades.
Y es que el disco arrasa con un arranque que no entiende de preliminares. La primera noche, Sabes que te digo, Miami 1990 o De sapo a rana son puro fuego que hacen que nos sintamos dentro de la clásica road movie americana o una película romántica.
Y es que esto último, el amor, es algo que Café Quijano miman a brasa lenta en canciones como ese impecable Indiana, No llevo la cuenta o el conflicto sentimental de Sería mejor callarse.
El trío leonés sigue dando de qué hablar 27 años después de que comenzasen su carrera en 1998.