Ahora vive un sueño, pero no hace mucho estaba sumido en una pesadilla. Ryan Peake es el ganador del Abierto de Nueva Zelanda, pero hace pocos años estaba en la cárcel cumpliendo una condena de cinco años por agresión. "Me siento aliviado. No tengo palabras en este momento. Esto me cambió la vida", ha reconocido.
Tuvo una juventud ligada al golf, pero malas decisiones le llevaron a entrar en los Rebels, una de las bandas motoristas más temidas en Australia.
Agresiones, tráfico de drogas, extorsiones... y un largo etcétera de delitos en los que Peake se vio involucrado. Hasta que en 2014 entró en prisión, y eso le hizo reflexionar. Desde la cárcel escribió a su antiguo entrenador, quien aceptó el reto y ayudó a Ryan una vez obtuvo la libertad.
11 años después el australiano vive otra oportunidad gracias al golf. Y con ello el placer de participar en el British Open, uno de los majors de la temporada: "Solo quiero estar aquí y jugar al golf, la historia es la que es pero ahora solo me interesa el golf.
Eso sí, antes deberá convencer a las autoridades británicas para poder entrar al país debido a sus antecedentes penales. Peake estará preparado para dar otro gran golpe tras su cambio de vida.
